lunes, 7 de marzo de 2011

Dinero, moral y dignidad

    La riqueza es, según el DRAE, "abundancia de bienes y cosas preciosas". Por lo tanto, implica no solo una cantidad mayor de la necesaria sino mucho más que eso. ¿Quién es rico entonces? Aquel al que le sobra, claro. Aquí llega el primer problema, porque esa riqueza en los estados europeos es relativa, ya que no existe una carestía general de bienes. O sea, que todo depende de con quién te compares. ¿Por cuántas veces hay que multiplicar el salario medio para considerarse rico? ¿Es más rico el que tenga cosas más caras, aunque aún las deba? ¿Nos comparamos a nivel mundial, nacional, regional, local, vecinal...? Lo mejor sería salir por la tangente, como en el anuncio de IKEA: "no, mire, si a mí me da igual, yo con esto me conformo".
   Convengamos en cualquier caso que la riqueza, sea la que sea, dentro del sistema económico capitalista se mide en dinero. Conste que lo hago por cuestiones prácticas, por simplificar. Supongamos también que nos hemos enterado de algunos datos sueltos, cuya imprecisión modifica poco el fondo del asunto. Por ejemplo, que los directivos de las mayores empresas españolas se incrementan el sueldo un 20% y los de Telefónica cobran un total de 28 millones de euros. Que un ejecutivo de estas empresas cobra de media un millón de euros al año. ¿Tendría derecho a indignarme con esas personas?
   Con la mitad del sueldo del consejo de Telefónica (un grupito de personas que caben holgadas en un autobús, conducido por un tal César Alierta, culpable de delitos económicos de envergadura y a pesar de ello admirado vaya donde vaya) se pagarían en España 1400 sueldos superiores al salario mínimo. La mitad, no más. Ahora, se podría ir más allá. ¿Qué persona con un mínimo de vergüenza no se consideraría eminentemente rica y con abundancia de bienes cobrando cien mil euros? Esto querría decir, en cálculos muy bastos, que cada ejecutivo podría emplear de otra manera nueve décimas partes de lo que cobra y seguiría siendo rico. O podría renunciar a esa parte desmesurada de su sueldo.
   La inmensa mayoría de los medios de comunicación han sido demasiado discretos con la imposición de una forma de actuar de los altos empresarios y del sistema capitalista en general. Así, ha impedido a los ciudadanos apreciar la magnitud de las incoherencias de sus dirigentes económicos. De hecho, gran parte de las consecuencias de la crisis económica se debe a una estrategia de varias décadas que exige mantener los beneficios (aunque para eso tengan que despedir empleados o bajarles el sueldo). De ahí que sigan ganando y sus empresas sean líderes. Esas personas duermen tranquilamente mientras resulta que, siendo unos doscientos o quinientos, podrían contratar directamente con el sobrante de su sueldo a todos los nuevos parados de un mes o avalar como un simple gesto a miles de pequeños empresarios sin miedo a perder absolutamente nada. Nada necesario, quiero decir, solo un pequeño porcentaje de su abundancia.
   La riqueza es inmoral según el catecismo de la Iglesia Católica (con la que seguro dicen comulgar muchos de estos empresarios), pero también es despreciada en otras muchas religiones porque supone socialmente un aprovechamiento injusto del rico, que rompe la baraja a costa de los demás. A las religiones, al menos en principio, siempre les han importado mucho esos "demás" que son la mayoría.
   Me gustaría conocer ejemplos que contradigan a la experiencia: grandes empresarios que de repente se resignen a vivir con sueldos normales de cuatro cifras al mes, que digan que es injusto cobrar tanto o que decidan no invertirlo en finanzas sino utilizarlo en beneficio del resto. Pero parece que hay un catecismo más rígido que el de las iglesias, pues nadie debe dar la impresión de que se pueda hacer otra cosa.
   Creo que es hora de que llevemos las cosas a su terreno. Si quieren hablar de dinero, hablaremos de dinero. Del suyo y del nuestro. Porque no somos tontos y sabemos hacer cuentas. ¿Entenderán que con su riqueza están violentando a los demás? ¿Que gente tan inteligente y capaz como ellos se siente ofendida porque cobran un salario diez, veinte o sesenta veces mayor? ¿Que no hay forma de convencer de la proporcionalidad de este sistema de distribución de la riqueza?
   El dinero nos está haciendo cada vez más desiguales, la pinza que han creado está ahogando a millones de personas y perjudicando a una abrumadora mayoría. Sin embargo, hasta ahora nadie les ha tocado siquiera un pelo, no les han dado una simple colleja, no han sufrido agresiones. Una vez comprobado que son objetivamente malos ¿de verdad merecen tanto respeto?


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