domingo, 27 de marzo de 2011

Perversa administración

   Cambio el tono y la materia más frecuentes en el blog para tratar un tema particular que ha conseguido indignarme la última semana. El caso es que casi por casualidad he descubierto que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha fallado a favor de un sindicato y contra el Plan de Calidad y Mejora de los rendimientos escolares de la Consejería de Educación. Casi por casualidad, porque la noticia no aparece en ningún medio de comunicación de Andalucía, lo cual llama poderosamente la atención.
   Dicho plan consiste básicamente en convertir un complemento del sueldo de los docentes en un incentivo por objetivos evaluados en tres años: según se cumplan o no mayor porcentaje de objetivos se recibe más o menos dinero, aunque el total del incentivo en el mejor de los casos supone unos irrisorios veintitantos euros al mes. Los objetivos son indicadores estadísticos de mejora de la situación educativa de un centro: mayor porcentaje de titulados y menor de repetidores, menos incidentes disciplinarios... 
   La pretensión del plan era disimular los malos resultados del sistema educativo andaluz en el informe PISA de evaluación educativa y acercarse a los objetivos europeos de la directiva Lisboa 2010, que fracasó estrepitosamente. Su espíritu es claramente empresarial, ya que presupone que la calidad de la educación pública puede basarse en unas tasas y que la profesionalidad de los profesores debe estipularse según un índice numérico. En cuanto a lo puramente educativo, no propone nada que no esté ya recogido en la legislación. Las directivas, bajo instrucciones de las delegaciones provinciales, insistían mucho en que era un plan muy bueno para los profesores porque aumentábamos de sueldo sin hacer nada nuevo.
   Es la segunda vez que el TSJA declara ilegal el plan y por diferentes motivos: los profesores no pueden realizar el mismo trabajo en el mismo puesto pero cobrando diferente (mi caso actual); no se puede incentivar el cumplimiento de los mismos objetivos generales de la propia ley educativa, ya que son obligatorios; no lo aprueba el consejo escolar, etc.
   Sin embargo, la administración se niega a aceptar lo evidente y recurre a su vez al Supremo para ganar tiempo y modificar la legislación mientras sigue pagando religiosamente a los pocos compañeros que lo han suscrito (una cuarta parte de los institutos de secundaria). Se da, además, el caso de que las movilizaciones contra este plan hace tres años fueron las últimas que consiguieron dar cierta sensación de unidad del colectivo, sobre todo teniendo en cuenta que se manifestaron contra la administración y los dos sindicatos que pactaron el plan, UGT y CCOO.
   ¿A qué se deben esta rebeldía del gobierno y esta desinformación de los medios? ¿Es que simplemente los políticos son tremendamente cabezotas y no quieren reconocer nunca sus errores?
   Pudiera ser. Pero desde luego hay cierta perversidad en el ejercicio del poder cuando se prescinde de la opinión de los colectivos de trabajadores interesados, se recurre a los tribunales para disfrazar la dudosa legalidad de las medidas adoptadas, se gastan los escasos recursos económicos en pagos inútiles y, en resumen, se exhibe con despreocupación tanto cinismo, como el de los mismos UGT y CCOO cuando también han pactado una ordenación de las bolsas de interinos claramente discriminatoria.
   Está claro que, en la forma, discrepo con los métodos que emplea la consejería, pero que en el fondo aún estamos más alejados, pues creo que la solución para el sistema educativo no está en un aumento de sueldo ni en lustrosas estadísticas, sino en medidas menos enrevesadas y más útiles: reducción de la ratio (número de alumnos por clase), reconocimiento social de las instituciones educativas y del valor de la educación, menor temporalidad de los trabajadores y mayor interés de las familias.
   Afortunadamente no es la administración la que agradece o recompensa el trabajo realizado. En la educación los verdaderos expertos están delante de ti. Saben mucho de esto. Y agradecen.


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