martes, 10 de mayo de 2011

Casi, pero no

   "No concibo mi vida más que como un encadenamiento de muertes sucesivas. Arrastro tras de mí los cadáveres de todas mis ilusiones, de todas mis vocaciones perdidas. Un abogado inconcluso, un profesor sin cátedra, un periodista mudo, un bohemio mediocre, un impresor oscuro y, casi, un escritor fracasado" (1978)
   ¿Hay este "casi" una secreta consciencia del valor de una obra que nadie pudo leer entonces? He ido dosificando la lectura de los diarios de Julio Ramón Ribeyro, publicados con el título coincidente de La tentación del fracaso, durante los últimos seis meses, pero en algún momento tenía que llegar al final. No recuerdo dónde había leído que este era un libro excepcional, pero sí que me sedujo la idea de leerlo hace ya años. A pesar de que nunca había leído un diario personal y de que los subgéneros autobiográficos nunca me han atraído.
  La experiencia, sin embargo, es inmejorable. Se trata de la "historia" de las dificultades que conlleva vivir, lo que en su caso se identifica con las dificultades para escribir, de las cuales Ribeyro ha acabado representando un paradigma: un tipo desordenado, enclenque, enfermo crónico, funcionario tardío, sin blanca y sin glamour que nunca llegó a la primera división de la literatura a pesar de haber escrito páginas imprescindibles. En su transcurso, aparecen observaciones y reflexiones muy agudas sobre estos dos temas: la literatura, siempre entendida como una opción de vida, y la vida, siempre atendida desde un punto de vista moral, pero con un propósito que nunca llega a realizarse y, por tanto, contradice su propio sentido. 

   El mecanismo del libro es sencillísimo, pero reúne varias obras en su interior: el proceso de amores de un treintañero adolescente, la novela de formación de un escritor, un relato sobre las penurias económicas y la emigración, la crónica de una enfermedad y de un par de vicios y el testimonio imprescindible de un secundario de la época del boom latinoamericano. El diario, que abarca de forma intermitente anotaciones separadas por casi treinta años, va transformándose con el paso del tiempo, de tal forma que en su segunda mitad, a partir del año 65, lo anecdótico y lo reflexivo van entrelazándose hasta dar con una manera insustituible de decir, que se va perfeccionando de forma casi imperceptible hasta para el propio autor. En ese proceso su escritura cada vez asombra e impresiona más, pues su visión de la propia vida no es nada condescendiente ni vanidosa, acercándose, sin saberlo, a su propio ideal de literatura, pues afirma que "una experiencia personal de la realidad, aquello de intrasferible y de único, es lo que da valor a un libro" (pág.448.)
   Ese valor es algo que nunca pensé encontrar fuera de la ficción (aunque fuera la de la poesía) y menos en una historia verdaderamente íntima, pues la materia del diario no va más allá. Él mismo reconoce que apenas hay hechos externos de importancia, sino que todo el texto está en función de detalles nimios y revela la pura necesidad de explicar lo que siente.
   En este sentido, en el texto hay momentos duros y hasta crueles y un sentimiento impresionante de culpa ante La Obra que nunca llega, pero predomina una sencillez encantadora. Eso sí, las curiosidades filológicas habrá que buscarlas en otros, pues esta es una obra mayor y su lectura debe dedicarse a tareas más importantes.

   Os dejo con algunos fragmentos que no me puedo resistir a copiar y que espero que sirvan para demostrar que su genialidad no se queda en un título espléndido:

Guardamos todos un libro, tal vez, un gran libro, pero que en el tumulto de nuestra vida interior rara vez emerge o tan rápidamente que no tenemos tiempo de arponearlo.
El tiempo, las lecturas, lejos de traerme certezas me han sembrado de dudas.
Seres imperfectos viviendo en un futuro imperfecto, estamos condenados a encontrar solo migajas de felicidad.
Una novela no es como una flor que crece sino como un ciprés que se talla.
Si alguien quiere honrarme cuando desaparezca que me lea o me comente. Nada de flores o discursos delante de lo que no existe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...